¿Aíslan o no los dispositivos móviles, la televisión, las tabletas y los portátiles a los niños de sus
padres, otros adultos y de los demás niños? La pregunta es recurrente y los estudios no son muchos ni concluyentes, aunque los expertos tienen diversas posiciones.
Mónica Ilanda Brijaldo Rodríguez, docente de la Facultad de Educación de la Pontificia Universidad Javeriana y doctora en Educación con TIC de la Universidad de Salamanca (España), dice: “Claro que es perjudicial que cualquier persona y, sobre todo un niño, pase mucho tiempo conectados a un dispositivo, pero muchas de estas actitudes frente a la tecnología dependen de la responsabilidad de los padres y de que se fijen límites. Además, esto es perjudicial en la medida en que el adulto no establezca relaciones con los niños, lo que es un problema mayor con o sin tecnología”.
Por su parte, Isabel Cristina Bettín Vallejo, psicóloga de preescolar del Gimnasio Los Caobos, sostiene que sí es posible que los niños lleguen a aislarse y se aparten no solo de su núcleo familiar, sino de espacios en los que pueden relacionarse con sus compañeros de estudio o amigos.
“La tecnología es totalmente adictiva, especialmente en los niños de más de 7 años, que tienen un pensamiento cambiante y encuentran que la conectividad los atrapa por los contenidos; las experiencias que generan emoción; los efectos visuales y sensoriales, y los retos y el impacto, en el que se confunden la realidad con la fantasía”.
A esto añade que para ellos “no es fácil determinar qué es bueno o qué es malo y con respecto a los juegos para ellos la competencia existe, pero no la sienten peligrosa, por el contrario, es un reto, y lo que resulta peor, en muchas ocasiones contra alguien que no conocen, sino que está en la virtualidad”.
Igualmente, continúa la psicóloga: “Hay que tener en cuenta que hay niños más influenciables que otros, con los que se corre el riesgo de que se pierda o se vea comprometida la intención o necesidad de socializar”.
¿Cómo actuar frente al tema?
Los expertos consultados coinciden en que la edad de iniciación frente a la tecnología y la orientación que los padres, cuidadores y profesores le den son aspectos clave para que ese primer contacto con el mundo tecnológico y sus múltiples puertas hacia el conocimiento, la diversión y el desarrollo sea positivo.
Sobre el tema de la edad, psicólogos y formadores hablan de que entre los 7 y 8 años es el momento propicio para que se dé un contacto benéfico con aparatos como las tabletas, los celulares y los portátiles, “pero esto debe ser una decisión responsable de los padres, pues es real que muchos de ellos, desde los 2 años están entregando este tipo de dispositivos a sus niños como elementos de juego y entretención, para luego lamentarse porque no logran que sus hijos presten atención a otras actividades”, dice Alejandro Méndez, especialista en educación y TIC.
¿Cuándo preocuparse?
Como dicen los expertos, determinar si la tecnología aísla o no a los niños cuando su contacto con ella es en los primeros años de vida, resulta difícil, pues su capacidad de aprovechar o no lo que esa tecnología le ofrece depende de una serie de aspectos como el acompañamiento de sus padres en casa, de las oportunidades y recursos educativos, y de la personalidad del niño, lo cual va ligado al apasionamiento que él muestre ante el mundo tecnológico, y cómo lo relacione con su entorno, cada día.
Sin embargo, como lo explica Isabel Cristina Bettín, sí hay que estar atento a las señales de que su niño está pasando los límites, y en este caso es momento de actuar para que no se aleje de procesos tan importantes en su desarrollo social, como interactuar con otros niños y adultos diferentes a sus padres.
“Cuando su hijo se niegue a salir a jugar con otros niños; cuando prefiera ver videos antes de ir a comer o hacer otra actividad; cuando solo quiera estar conectado sin importarle otras actividades o estar con amigos o familia, hay que consultar a los especialistas para determinar hasta qué punto su interés tecnológico puede estar afectando su capacidad de relacionarse y de interesarse por socializar con pares y adultos”.
En tal caso, anota la licenciada Mónica Brijaldo, “cada padre debe determinar cuál es el tiempo que considera apropiado para que sus hijos estén interactuando con los dispositivos, pero la regla dice que dos horas es lo indicado, y que en el caso de los escolares, se haga un alto de media hora y si es necesario, se retome el trabajo en el ámbito digital o tecnológico”.
De acuerdo con Sonia Calderón, experta en tecnología educativa, docente de la maestría en la Universidad de La Sabana y del Colegio Knightsbridge, en Bogotá, la tecnología debe utilizarse siempre con un referente en el plano real, es decir, que si el niño juega con una aplicación en la que se construyen cosas, luego debe guiarse para que vaya y haga algo parecido en la vida real. Lo mismo debe pasar con las relaciones sociales, no es lo mismo enviar un abrazo que darlo y sentirlo.
¿Qué pueden hacer los padres?
“No pretendo satanizar la tecnología, lo único que recomiendo es que se maneje con prudencia y se establezcan horarios claros para su utilización y se cumplan. No tema que su hijo llore o haga pataleta, solo ofrézcale otras opciones lúdicas y recreativas”, recomienda la psicóloga Isabel Cristina Bettín.
Añade también: “Debemos estimular las actividades al aire libre, los juegos de mesa, los rompecabezas, los juegos de roles, de armar, las muñecas, los carros, en fin, todo lo que implique un relacionamiento directo con los demás y con los objetos para crear historias y situaciones”.
Además, concluye Bettín Vallejo, que es importante que los padres conozcan y se interesen por los contenidos de los juegos de video y se involucren en el medio tecnológico en que se desenvuelven sus hijos. Para ello, es bueno que consulten páginas como: www.pegi.info/es/ o www.commonsensemedia.org, allí encontrarán información sobre los contenidos y temáticas de los videojuegos.
Obviamente, ese interés y cuidado con la tecnología exige de los padres dedicación, pero los beneficios se verán en el desarrollo personal y social de sus niños, en los diferentes entornos.
Haga que se relacionen más
- Procure complementar los intereses del niño por la tecnología con otras actividades en las que pueda aplicar sus conocimientos tecnológicos.
- No lo deje solo cuando interactúe en internet con tabletas o celulares.
- Hable con él sobre los videojuegos que le gustan y trate de acompañarlo en la práctica.
- Procure que exista un objetivo concreto al utilizar los dispositivos tecnológicos.
- Esté atento de los lugares que visita su hijo en internet y del tiempo que pasa en ellos.
- Busque que las actividades o juegos tecnológicos se puedan llevar a la práctica en el plano real.
- Genere espacios en los que su hijo socialice con otros niños de su edad para que se relacione e integre
en su entorno.
en su entorno.
- Finalmente, como adulto dé ejemplo con un buen manejo de la tecnología.
ASTRID LÓPEZ ARIAS
Redacción ABC del Bebé
Redacción ABC del Bebé
Fuente: http://www.eltiempo.com/estilo-de-vida/gente/tecnologia-y-el-uso-que-le-dan-los-ninos/16524819
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